Mientras que muchas personas mayores con demencia en fase inicial pueden vivir de forma independiente o con la ayuda de los cuidadores de la familia, aquellas con un mayor deterioro cognitivo pueden necesitar la ayuda de profesionales especialmente formados en el cuidado de la demencia en las comunidades de atención a la memoria. Pero como los síntomas de la demencia pueden variar de un día a otro o de un momento a otro, no es fácil determinar cuándo es el momento de recibir cuidados para la memoria. “Cuando se habla de cuidados de la memoria, o de algún tipo de alojamiento diferente, la conversación se centra en la capacidad de realizar actividades de la vida diaria y en la seguridad”, dice el Dr. Philip Branshaw, especialista en medicina interna de Batavia, Illinois.
Conozca los signos de Alzheimer u otro tipo de demencia que buscan los profesionales de la salud y algunas herramientas sencillas que utilizan para medir el deterioro cognitivo. A continuación, responda a 13 preguntas sobre su ser querido y su situación como cuidador para saber si ha llegado el momento de acudir a un centro de atención a la memoria.
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¿Cómo deciden los médicos cuándo ha llegado el momento de la atención a la memoria?
“A menudo, los ancianos acuden a las citas físicas programadas con regularidad y dudan en mencionar los problemas de memoria”, dice Branshaw. “Casi siempre son los hijos los que sacan a relucir la memoria, o es un proceso de descubrimiento para encontrar signos de demencia”.
Hay varias señales de advertencia de que ha llegado el momento de cuidar la memoria que Branshaw busca durante las visitas a los pacientes: señales de alarma de que la enfermedad de Alzheimer u otra forma de demencia pueden ser motivo de preocupación. “A veces, al observar a una persona, se puede ver que no está tan bien vestida, que tiene el pelo revuelto o que ha perdido mucho peso porque se ha olvidado de comer”, dice. Si una persona mayor parece agitada, perdida o no puede mantener una conversación, son signos preocupantes. A partir de ahí, los médicos pueden hacer preguntas sobre la vida cotidiana del anciano o realizar un breve examen del estado mental.
Los problemas con las actividades de la vida diaria pueden indicar que alguien necesita cuidados de la memoria
La capacidad de realizar actividades de la vida diaria, como vestirse, bañarse o ir al baño, es un punto de referencia habitual para determinar si una persona mayor necesita ayuda adicional.
Para evaluar las capacidades y la seguridad de una persona mayor, el médico puede preguntarle si:
- Se pierde en las rutas que realiza con frecuencia, como ir al supermercado o dar un paseo por el barrio
- Tiene problemas para acordarse de comer o beber
- No se toma la medicación de forma adecuada.
- Le cuesta bañarse con regularidad o vestirse como de costumbre
Si se presenta alguna de estas banderas rojas, el médico de su ser querido puede sugerir un examen del estado mental.
Los problemas de seguridad pueden ser señales de que ha llegado la hora de los cuidados de la memoria
Plantear los problemas de seguridad es una forma importante de hacer que los familiares sean conscientes de los comportamientos de la demencia, dice Branshaw. Puede preguntar a los familiares o cuidadores si:
- Su ser querido de edad avanzada está dejando los quemadores o los electrodomésticos encendidos después de cocinar
- Una mascota está siendo cuidada adecuadamente
- Ha habido alguna visita a la sala de urgencias
- Su progenitor anciano tiene algún hematoma que no puede explicar o que no recuerda haber recibido
- El deambular o perderse ha puesto a su ser querido en situaciones peligrosas
Pregúntese si las necesidades de seguridad de su familiar mayor están cubiertas, o si podría necesitar ayuda adicional para evitar situaciones peligrosas.
Un examen del estado mental puede ayudar a decidir cuándo ha llegado el momento de los cuidados de la memoria
“En la consulta, podemos realizar una prueba muy fácil y reproducible que sólo lleva un par de minutos”, dice Branshaw. Si el paciente sabe leer, el examen del estado mental puede proporcionar una base fiable para el seguimiento de los síntomas de la demencia y la pérdida de memoria. Este ejercicio mide el recuerdo a corto plazo, la concentración y la conciencia espacial, y puede poner a prueba la capacidad de un anciano para:
- Repetir las palabras que dice un médico y recordarlas más tarde en la cita
- Deletrear palabras sencillas al revés
- Sumar y restar ecuaciones básicas
- Nombrar objetos correctamente
- Comprender las señales visuales y espaciales, como la distancia y la ubicación de los objetos.
Otra prueba común es pedir a alguien que dibuje un reloj, dice Branshaw. “Muchas personas con demencia dibujarán todos los números en una esquina, en lugar de hacerlo alrededor del círculo”.
La mayoría de las veces, los adultos mayores acuden a su médico de atención primaria o a su geriatra, que realizará estas pruebas de referencia si sospecha que hay problemas de memoria. Después, es posible que se les remita a un neurólogo o a otro especialista para que les haga más análisis y les dé un diagnóstico específico de Alzheimer u otro tipo de demencia.
¿Cuándo se debe informar al médico sobre la pérdida de memoria?
“Los cuidadores de la familia deben acudir a un médico de inmediato cuando empiecen a notar signos de demencia”, dice Branshaw. “De ese modo, podemos hacer un examen de referencia y seguir los resultados de las pruebas a lo largo del tiempo para ver si la pérdida de memoria está empeorando”. Al principio, una persona mayor puede obtener una buena puntuación en las pruebas de memoria y tener sólo un deterioro menor, como olvidar palabras difíciles o dónde dejó sus gafas. Pero nunca es demasiado pronto para plantear estas preocupaciones.
Al hablar de la demencia con antelación, le da a su padre o pariente anciano la oportunidad de formar parte de las conversaciones sobre la vida de los ancianos. “Es mejor tener la conversación con el paciente ahora, cuando puede sentir cierta autonomía y tomar parte en la decisión de lo que va a pasar”, dice Branshaw. “Es útil, física y médicamente, que el anciano forme parte de la decisión y la transición”.
Hablar con un médico durante la fase inicial de la demencia también puede ayudar en las conversaciones difíciles. Los profesionales pueden estar más preparados para abordar temas como la seguridad en la conducción, la realización de modificaciones en el hogar o el inicio de la transición a la vida de la tercera edad.
13 preguntas para decidir cuándo es apropiado el cuidado de la memoria
Los cambios de comportamiento preocupantes, los problemas de seguridad y el agotamiento de los cuidadores son los principales signos de que ha llegado el momento de acudir a un centro de atención a la memoria. Hágase estas preguntas para ayudar a evaluar la situación de su familia.
- ¿Los amigos o familiares han comentado los cambios de comportamiento?
“Los hijos adultos o los cuidadores de la familia a menudo no notan algo y piensan que su padre está bien”, dice Branshaw. Esto se debe a que, cuando se cuida a tiempo completo a una persona con demencia, puede ser difícil darse cuenta de los cambios progresivos, como la pérdida de peso constante durante varios meses. Este cambio podría ser impactante y obvio para un familiar o amigo que sólo los ve unas pocas veces al año.
- ¿Está tu ser querido agitado o agresivo?
Los ancianos con demencia pueden experimentar confusión y agitación que conducen a la violencia o la agresión. Pueden dar patadas, golpear o morder a los cuidadores. El abuso verbal y la manipulación también son comunes: los familiares mayores pueden insultar a los miembros de la familia y a los amigos o acusarlos de robo. “A menudo, los pacientes se agitan o se ponen a la defensiva en la consulta cuando empezamos a tener la conversación sobre la demencia; eso es una señal en sí misma”, dice Branshaw.
La agresividad puede ser especialmente peligrosa cuando un anciano con demencia es atendido por su cónyuge, lo que puede llevar a un abuso de ancianos. La agitación y la violencia son más comunes a última hora del día, debido al síndrome del ocaso.
- ¿Tu familiar mayor está retraído o nervioso?
Alguien que lucha contra la demencia puede empezar a rechazar las invitaciones sociales y a retraerse. La disminución de los niveles de energía es una parte normal del envejecimiento, pero evitar las actividades favoritas es una señal de alarma. Del mismo modo, alguien que antes era seguro de sí mismo podría ponerse nervioso al conducir, salir a pasear solo o incluso salir de casa.
- ¿Se satisfacen las necesidades de higiene?
Una persona mayor que se enorgullecía de su apariencia puede olvidar las prácticas de higiene diarias, como bañarse o cambiarse de ropa. Del mismo modo, alguien puede tener dificultades para peinarse o maquillarse y sentirse demasiado avergonzado para pedir ayuda. En casos severos, las personas con demencia pueden desarrollar incontinencia en la tercera edad o descuidar la limpieza después de usar el baño.
- ¿Tu ser querido deambula?
La deambulación es una señal común de que ha llegado el momento de acudir a un centro de atención a la memoria. Los ancianos pueden confundirse o desorientarse y vagar lejos de casa sin saber dónde están o cómo volver. Esto puede llevar a situaciones peligrosas, como acercarse a carreteras con mucho tráfico o quedar atrapados en condiciones meteorológicas adversas.
En casa, puede ser necesario colocar cerraduras y alarmas bien colocadas para evitar la deambulación. Las comunidades de atención a la memoria suelen tener diseños únicos y espacios exteriores que permiten deambular de forma segura.
- ¿Son seguras las condiciones de vida?
Una persona que envejece en su casa con demencia puede empezar a acumular artículos del hogar o a descuidar la limpieza y el lavado de la ropa. Podría comer alimentos en mal estado u olvidarse de limpiar los desechos de las mascotas.
Los riesgos de seguridad de la persona con Alzheimer en el hogar pueden incluir peligros de tropiezos, riesgos de caídas, electrodomésticos de cocina, armas o productos químicos del hogar. El cuidado de la demencia en casa suele requerir importantes modificaciones de seguridad.
- ¿Se gestionan adecuadamente los medicamentos?
Olvidar tomar la medicación recetada, o tomarla en exceso, puede provocar graves efectos secundarios. Los recordatorios, las alertas y los separadores de pastillas pueden ser eficaces para los ancianos con demencia en fase inicial, pero los que sufren un deterioro cognitivo importante necesitan una mayor intervención. La gestión de la medicación es una característica importante del cuidado de la memoria.
- ¿Tu ser querido recibe una nutrición adecuada?
Los ancianos con demencia pueden necesitar planes de dieta especiales para combatir las condiciones de salud existentes. Los adultos que envejecen en su casa pueden olvidarse de comer, o pueden comer en exceso después de olvidar que han comido recientemente, lo que lleva a cambios de peso significativos.
- ¿Ha empezado a sentir el agotamiento del cuidador?
Equilibrar las necesidades de tu ser querido con las suyas propias es vital. Es normal que los cuidadores de personas con demencia se sientan a veces frustrados o abrumados. Pero si no se tratan, esos sentimientos pueden llevar al agotamiento del cuidador y a consecuencias negativas para el cuidador y tu ser querido. Teepa Snow, una conocida especialista en el cuidado de la demencia, recomienda hacerse las siguientes cuatro preguntas para determinar si el agotamiento es un problema.
- ¿Cuáles son las dos cosas que van bien y una que desearía que fuera diferente?
Si su respuesta inmediata es que nada va bien, o tiene que pensar realmente en ello, es el momento de buscar ayuda cuando se cuida a alguien con demencia.
- ¿Qué cosas le siguen gustando de tu ser querido?
Si un cuidador no puede pensar en nada, dice Snow, “esa persona está quemada. Están cansados, necesitan espacio y tiempo, y tiene que haber una respuesta inmediata”.
- ¿Está afectando a tu salud el hecho de cuidar a otras personas?
El agotamiento del cuidador puede tener graves consecuencias, tanto físicas como emocionales.
“Cuando alguien está quemado, está agotado. No les queda nada que dar: están deprimidos, ansiosos o una combinación”, dice Snow. Si nada cambia, el cuidador y su ser querido están en riesgo, señala.
- ¿Están tu y tu familia a salvo?
Los signos de ira de la demencia pueden llevar a la agresión física, sexual o emocional. Puede ser difícil aceptar que tu ser querido amenace su seguridad, pero estos cambios graves de comportamiento son comunes. Vigile los comportamientos violentos, especialmente si usted es un cuidador de la generación sándwich con niños en casa.
¿Cuándo necesita alguien cuidados de la memoria? Próximos pasos en el cuidado de la demencia
Ha respondido a 13 preguntas y ha determinado que tu ser querido puede necesitar cuidados adicionales. Pregunta al médico de tu familiar anciano sobre los próximos pasos y el diagnóstico de demencia, y hable sobre los signos de que ha llegado el momento de recibir cuidados para la memoria. Las comunidades de atención a la memoria pueden proporcionar el apoyo necesario para que tu ser querido envejezca en un entorno seguro y estimulante en el que se satisfagan sus necesidades médicas y emocionales.
Hable con un asistente social para mayores sobre tus respuestas a estas 13 preguntas y obtén más información sobre las comunidades de cuidados de la memoria más cercanas.