El Alzheimer es una de las enfermedades considerada la principal causa de la demencia. Afecta principalmente a la memoria, el juicio y el comportamiento de las personas. Es una enfermedad que se desarrolla progresivamente iniciando de forma leve y va empeorando a medida que pasa el tiempo hasta que interfiere con las actividades de la vida diaria de las personas diagnosticadas.
El principal factor de riesgo para padecer Alzheimer es la edad, los pacientes con la enfermedad son mayores de 65 años de edad, pero hay que descartar que sea una característica normal del envejecimiento.Sin embargo, también existen casos de personas diagnosticadas con Alzheimer que tienen menos de 65 años de edad, se conoce como Alzheimer de inicio temprano.
Actualmente el Alzheimer es una enfermedad que no tiene cura pero sí hay tratamientos y ejercicios de estimulación cognitiva que regulan, retrasan y mantienen los síntomas ralentizando su desarrollo, pero no evitandolos.
La importancia de estos tratamientos es que ayudan a la persona diagnosticada y a los familiares a llevar una mejor calidad de vida tratando a la enfermedad de alzheimer en cada una de sus etapas. Por lo tanto, conocer dichas etapas para saber qué procede realizar en cada una de ellas es importante para actuar de forma adecuada ante el avance del deterioro cognitivo.
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Síntomas del Alzheimer
El envejecimiento viene acompañado de una serie de signos normales del desgaste del cuerpo, algunas enfermedades comunes como la presión, diabetes, problemas en los huesos, dolores, incluso una falta de memoria leve que forma parte del proceso de desgaste del cerebro o de capacidades para retener nueva información.
Sin embargo, en las personas con Alzheimer los síntomas se presentan de forma más frecuente aumentando su nivel a medida que pasa el tiempo.
Cuando una persona es diagnosticada con Alzheimer el tiempo de duración estimado es de 20 años, y es verdad que los especialistas han determinado que el Alzheimer está presente en los pacientes mucho antes de presentar los primeros síntomas, y una vez inicien los síntomas el reloj empieza a correr porque se desarrollan progresivamente.
Primeros signos
Cuando las personas llegan a cierta edad y presentan importantes cambios en su personalidad, deterioro en las capacidades de movimientos como caminar y dificultad para comunicarse correctamente es posible que el Alzheimer esté presente.
Aunque pueden ser también síntomas comunes de la vejez los familiares deben estar atentos a los cambios y a la frecuencia de ellos, además si se suman pérdida de memoria constante, cambios del estado de ánimo, problemas de atención, desorientación y problemas para resolver operaciones simples. Puede ser el momento adecuado para visitar al especialista para que realice los exámenes correspondientes para determinar si se trata de cualquier enfermedad de demencia o específicamente Alzheimer.
Una persona diagnosticada con la enfermedad presenta sus primeros síntomas teniendo dificultades para aprender cosas nuevas, no mantienen una conversación concreta porque se pierden en sus pensamientos y suelen tener menos energía. Durante las primeras etapas, los pacientes suelen ser capaces de realizar sus actividades diarias normalmente y de forma independiente.
Etapa moderada
Ya en la segunda etapa de la enfermedad la mayoría de las personas son incapacitadas, así que no pueden estar solas ni llevar una vida cotidiana normal como están acostumbrados, para hacer la mayoría de las actividades requieren de ayuda de una tercera persona.
Durante la etapa media se pueden observar los síntomas más claros y el desarrollo de los problemas es más regular. En esta etapa todos los familiares, amigos y desconocidos pueden darse cuenta de la enfermedad porque los síntomas son muy claros.
Los síntomas más comunes son la dificultad para recordar hechos recientes, pero siguen manteniendo los recuerdos del pasado, no tienen noción de fechas, hora y lugar, normalmente los pacientes durante está etapa inventan palabras ya que pierden mucho de su vocabulario. Durante el final de la etapa moderada el paciente tiende a olvidar caras y rostros conocidos de sus familiares, amigos, incluso de su cuidador o familiar a cargo.
Síntomas finales
La última etapa suele ser la más difícil y complicada tanto para los familiares como para el paciente. Durante el desarrollo de la enfermedad el cerebro se encuentra tan deteriorado que va perdiendo muchas de sus capacidades, en principio las habilidades cognitivas y físicas como caminar.
Una vez la enfermedad se encuentra en su etapa final la persona diagnosticada con Alzheimer pierde hasta la capacidad de masticar y tragar los alimentos, su estado pasa a ser siempre en una cama en estado de reposo y son más vulnerables para presentar otras enfermedades como neumonía. Además de perder todo el control de su cuerpo, necesita atención personal constante y pierde totalmente la memoria.
Importancia del diagnóstico temprano
Cuando las personas llegan a cierta edad, especialmente después de los 65 años de edad suelen presentar muchos problemas de salud asociados a la vejez, desgaste de los huesos, dificultando las capacidades motoras, problemas de memoria pero leves, enfermedades como diabetes, problemas cardíacos, entre otros.
Por otro lado, los familiares deben estar atentos del nivel de todos los síntomas que presente el adulto mayor, especialmente en la pérdida de la memoria ya que es importante diagnosticar a una persona con alzheimer en su etapa inicial o con tiempo de poder organizar y entender los cambios que van a desarrollarse a medida que avance la enfermedad.
Cuando los especialistas diagnostican el Alzheimer a pacientes a tiempo pueden intervenir ofreciendo una guía especial para llevar la enfermedad y saber a qué atenerse durante su desarrollo, es verdad que es una enfermedad que no tiene cura, pero el avance de los tratamientos médicos y no médicos ayudan al paciente y a sus familiares a retrasar un poco los síntomas en las primeras etapas de la enfermedad.
Además, la importancia del diagnóstico temprano del Alzheimer ayuda tanto al familiar como al paciente ya que se puede reunir un sin finde información sobre la enfermedad, recursos y servicios adecuados, buscar opciones para la atención personal y sus cuidados.
Por otro lado, es importante la planificación financiera para llevar la enfermedad ya que representa muchos gastos de mantenimiento, por ejemplo, residencias de alzheimer y cuidados profesionales. Así que lo más importante al observar los primeros síntomas en tu ser querido es acudir con un profesional para iniciar el proceso de preparación e ir ganando tiempo.